29 noviembre, 2009

Festival de Gijón, días 7, 8, 9 y 10

Al margen de la proyección vespertina hoy domingo de las películas ganadoras (ver palmarés), esta edición ha finalizado. A continuación, las reseñas de los últimos cuatro días.

Miércoles 25

La pivellina, de Tizza Covi y Rainer Frimmel
Sin demasiadas pretensiones, logra un retrato desenfadado de una vida modesta e ingenua en las barracas, pero tampoco trasciende la comedia agridulce más que por las monadas de la bebé protagonista. La palabra que a uno se le queda en la boca tras ver esto es, simplemente: "¡Ohhhh!". Olvidable vencedora.

Trailer vivant, de Nicolas Klotz, Elisabeth Perceval y Santiago Fillol
El plato más fuerte de esta edición, con tres segmentos epistolares, dirigidos primero y último por Klotz/Parceval, y el segundo por Fillol. El tramo del argentino es un correcto collage fílmico con voz en off, al modo de un Godard o Marker. La chicha, sin embargo, aparece en la parte inicial y final, con imágenes excepcionalmente poderosas, como la escena del pobre expulsado repetidamente de un bar o la lectura del texto de Deleuze (sin subtitular) con una interminable pantalla en negro, recurso recuperado de La question humaine que aún sigue funcionando, y de qué manera.

Villalobos, de Romuald Karmakar
Mientras que la cinta sobre el budismo que Lluís Miñarro presentaba en el festival carecía casi por completo de interés para neófitos, este documental sobre la figura del creador techno alemán Ricardo Villalobos se sitúa en sus antípodas, logrando desde el instante lo que se exige en una obra de estas características: fascinar, tanto cuando muestra las reflexiones del compositor (retratado como una mezcla de genio y lunático), como en sus actuaciones en directo como deejay.

Jueves 26

Go get some Rosemary, de Ben Safdie y Joshua Safdie
Comedia puramente neoyorquina que sabe a tradición, y que trae a la memoria al instante a los numerosísimos cineastas que han retratado a esa ciudad. Todos los protagonistas bordean o sobrepasan la línea de la locura (lo que contrasta con figuras rígidas y planas que ejercen como portavoces del sentido común y el aburrimiento: la madre de los niños o el director de la escuela), con hilarante cameo incluido del dementísimo Abel Ferrara.

Morrer como un homem, de João Pedro Rodrigues
Una apuesta desaforada por el kitsch que se salda con resultados desiguales. Pueden resultar interesante su apuesta por un mundo habitado exclusivamente por travestis y homosexuales, su inclusión de centenares de elementos grotescos (el rosario dorado, la fotografía de Cristiano Ronaldo), las variaciones cromáticas y pausas narrativas para cantar, pero todo unido da lugar a un conjunto tan extremadamente excesivo que acaba por agotar, sin que por ello haya que olvidar ciertos méritos individuales.

Viernes 27

A religiosa portuguesa, de Eugène Green
Una trama ligera que se ve progresivamente invadida por la fascinación que Lisboa provoca en la protagonista y, sobre todo, en Green, que acaba convirtiendo a una capital portuguesa de postal en la conductora del relato. El característico uso de plano-contraplano del cineasta francés (que se interpreta a sí mismo en la metapelícula) alcanza en esta obra uno de sus puntos culminantes en la maravillosa conversación de actriz y monja.

Burrowing, de Henrik Hellström y Fredrik Wenzel
Personajes nórdicos que se ven agobiados por la vida en sociedad y acuden al bosque para conseguir la paz, mientras suena música clásica para que nos demos cuenta de lo lírico que es todo. La estupefacción que acompañará al espectador durante el metraje alcanza, al menos, una explicación durante los rótulos de crédito finales: produce Zentropa. No hase falta desir nada más.

Trash Humpers, de Harmony Korine
Para bien o para mal, la obra más relevante presentada a lo largo de este festival, aspecto que viene refrendado por la deserción antes del primer cuarto de hora de media sala, más la cara de perplejidad que se le quedó a la mayoría de los supervivientes. Un paso más en la dirección apuntada por su obra previa, nuevamente con protagonismo de desechos sociales, cuya diferenciación con respecto al hombre normal se va diluyendo conforme se aproxima el final de la obra. La crudeza de las imágenes, como siempre, se refuerza con el artefacto formal que supone rodar en vídeo, con los elementos OSD de la cámara incluidos.

Sábado 28

Border, de Harutyun Khachatryan
Áspera tanto en el contenido (la rudimentaria vida en un pueblo de la frontera armenia) como en el continente (el conductor del relato es un buey, y la película no contiene una sola línea de diálogo, salvo por el no subtitulado sermón del cura), esta crónica dividida en episodios coincidentes con las sucesivas estaciones del año brilla especialmente en los momentos menos documentales (cuando la mano del director interviene para abandonar la rutina), como el logrado tramo final.

Polytechnique, de Denis Villenueve
El aspecto más elogiado del Elephant de Van Sant era su distanciamiento de los asesinatos y las circunstancias que los rodeaban; por el contrario, el film de Villenueve opta por meterse hasta la cocina, sin escamotear el menor detalle, por macabro que resulte, además de incrustar un inenarrable e inoportuno discurso feminista que, faltaba más, se subraya cada minuto, e incluso con cartitas que despejan las dudas que le hubiesen podido quedar al espectador, leídas por amables voces en off. Un par de planos afortunados (uno con sangre, otro con hielo) evitan el desastre absoluto.

25 noviembre, 2009

Festival de Gijón, días 4 y 5

Llega el ecuador del festival; no se referencia el martes, que queda como jornada de descanso.

Domingo 22

Between Two Worlds, de Vimukthi Jayasundara
Parece que no existe otro camino para el sudeste asiático más que la selva. Construida como una sucesión de diapositivas granguiñolescas que conducen desde la revolución social a la personal, demuestra una gran valentía a la hora de incluir escenas que, de seguro, provocarán que no sea suficientemente tomada en serio y quede relegada a un papel a la sombra de Apichatpong (el referente inmediato). Posición que no se merece la película con más fuerza de las que han atravesado esta primera mitad de festival.

Nikotoko Island, de Takuya Dairiki y Takashi Miura
Una cinta contemporánea, en la estela de la obra de Albert Serra, pero con una óptica más infantil y diálogos menos memorables que los del cineasta gerundense. La novedad reside en el punto de vista japonés, marcado por la ingenuidad y la magia, pero empieza a vislumbrarse un problema en el horizonte como se extienda la creencia de que por rodar a gente cruzando escenarios naturales en plano panorámico se consigue hacer carrera de festivales.

Mal día para pescar, de Álvaro Brechner
El protagonista de ¡Ala... Dina! sirve de conductor en este relato mezcla de comedia y drama sobre la decadencia de un luchador (muy original no es, efectivamente). Todo muy correcto y olvidable, con excepción de algunos destellos que aparecen en el tramo final: la entrada en escena del sudor (en la frente del trilero) y la sangre le hace muy bien. La localización rural queda relativamente desaprovechada a pesar de que se incide en el retrato de tipos, pero de una forma excesivamente somera, salvo para los dos protagonistas.

Lunes 23

Welcome, de Philippe Lioret
Amnistía Internacional erró el tiro al elegir como representante en este festival a Francesca: mientras que allí simplemente se trataban problemas intestinos rumanos, Lioret carga las tintas sobre las leyes de inmigración francesas, así como sobre las actuaciones policiales en esta materia. Más allá del agradable discurso político, la trama remeda (nuevamente) El buscavidas, con el antiguo campeón de natación convertido ahora en maestro de un ilegal que pretende cruzar a nado el paso de Calais, al tiempo que ambos tratan de salvar sus relaciones. Mil veces vista, pero todavía disfrutable merced a su humildad y buen hacer.

Blow Horn, de Lluís Miñarro
En el coloquio posterior a la proyección, uno de los asistentes le comentó al productor y director que le había encantado, y aprovechó para preguntarle varias dudas que le habían surgido a lo largo del filme, contrastándolas con artículos de la revista "Cuadernos de budismo". Para los que no tenemos ni repajolera idea de los pormenores de esa religión, el largometraje se queda en un documental de La 2 (Otros pueblos) con torpeza artie añadida que hace imposible disfrutarlo incluso desde esa perspectiva. Y no será, desde luego, porque la fotografía (a cargo de Farnarier) falle o las imágenes no sean bonitas: simplemente no interesa ni mucho menos fascina.
Resaltar el detalle del incienso quemado en la sala por Miñarro antes de que la película comenzase.

La mujer sin piano, de Javier Rebollo
A pesar del temible adelanto que preparaba no hace mucho Cahiers du cinéma en su versión española, los dos puntos que hacían a uno temer resultan ser pan comido: Carmen Machi no es Aída y el discurso político sacado de Los guiñoles de Canal+ se lo reservó Rebollo casi en su totalidad para el encuentro con el público.
Los problemas de esta especie de relectura de Vendredi soir son bien distintos: el empleo de localizaciones reales y reconocibles para que el desangelado desarrollo resulte aún más marciano no acaba de tomarse en serio a sí mismo; pero es que ni siquiera lo pretende, porque está construido como una comedia, parece. Su director la describía como una mezcla de este género y el horror, aunque finalmente resulte poco cómica y más tirando a horrorosa.

22 noviembre, 2009

Festival de Gijón, días 2 y 3

Dos días más.

Viernes 20

Francesca, de Bobby Paunescu
La película por la que apostaba en esta edición Amnistía Internacional (que aprovechó la jornada para repartir panfletos con una nauseabunda postura equidistante que equiparaba 1.300 muertos palestinos con 13 bajas israelíes sin despeinarse). Afortunadamente, la cosa no está tan mal como pintaba, aunque no falte el descenso a los infiernos de la inocente protagonista atrapada en una red mafiosa de usura, resuelto, dentro de lo que cabe, con una afortunada contención.

La familia Wolberg, de Axelle Ropert
La propuesta más madura de estos primeros tres días de festival, un drama rural francés con trama y personajes sólidos. No reinventa nada ni aborda ningún tema novedoso (la enfermedad, la infidelidad, la emancipación, la familia), pero todo lo que hace, o casi todo (nadie se quejaría si se amputase el epílogo), lo hace bien.

My Suicide, de David Lee Miller
Encuadrada dentro de la sección Enfant Terribles, que suelo evitar por motivos obvios, arranca con un tono pretendidamente hipertransgresor, con novedades de la hostia como montaje videoclipero, cámara en mano o inclusión de fragmentos animados. Según avanza el metraje, el larguísimo metraje de casi dos horas, al realizador se le va olvidando todo eso y queda solo un telefilme de instituto aburrido y conservador, aunque, al menos, algo más digerible que el primer tramo. Sale por ahí el recientemente fallecido David Carradine, así que la habrán traído por eso, supongo. O espero.

Sábado 21

Edi, de Piotr Trzaskalski
Dramón del Este con violines tristísimos acompañando las sucesivas desgracias que le ocurren a la pareja protagonista, nueva reedición de Timón y Pumba: el hombre callado y digno junto al tontito gracioso y bonachón. Para el recuerdo algunas metáforas especialmente simplonas, como la castración, atentado último contra el orgullo, o la nevera que estos indigentes emplean para guardar libros; no tendrán algo que llevarse a la boca, pero cultivan el espíritu.

Here, de Ho Tzu Nyen
Demasiado ambiciosa, una propuesta interesante que se cuestiona (como toda película de manicomio) cómo distinguir la lucidez de la demencia, mezclando actores y figuras reales en una institución mental. Quizá sea su aspecto sintético, quizá su estructura demasiado cuadriculada, pero alguno de los engranajes falla e impide al autor explorar todo lo que tales planteamientos prometían.

Les beaux gosses, de Riad Sattouf
Por primera vez en más de una década, una comparación presente en la reseña del programa no es irrisoria, sino completamente acertada: ni más ni menos que un Supersalidos a la francesa. Pajas, amistad e iniciaciones en una divertida comedia deslumbrada ocasionalmente por las hipnotizantes apariciones de Emmanuelle Devos, como directora del centro.

20 noviembre, 2009

Festival de Gijón, día 1

Como todos los años, y van ya cuatro, realizaré desde este blog una breve crónica de algunas películas proyectadas en el Festival Internacional de Cine de Gijón.

Jueves 19

Soul Kitchen, de Fatih Akin
En el periódico que acompaña cada jornada de este certamen, el propio Akin explica que su intención con este filme era huir del estilo que había caracterizado su obra previa, optando por una propuesta basada en los convencionalismos; y a fe que lo ha conseguido, con una comedia que despliega todos los tópicos que caracterizan al cine europeo que recibe posteriormente premios de las academias (especialmente, los Premios del Cine Europeo). No falta nada: ni el ladrón gracioso y entrañable, ni el extravagante e incomprendido (por qué no, también entrañable) genio de los fogones, ni la entrañable chica que es artista de corazón pero trabaja de camarera, ni el protagonista que recibe hostia tras hostia de forma entrañable, ni el viejo entrañablemente lacónico, ni tampoco una trama oscilatoria que pasa a los personajes del caos a la decadencia y viceversa en una secuencia. Europea. Supereuropea.

L'épine dans le cœur, de Michel Gondry
Con Tarnation se planteaba la duda de hasta qué punto aquello era algo cinematográficamente interesante o simplemente se trataba de un desalmado vendiéndonos los higadillos de su familia para conseguir relevancia fílmica. Esta propuesta de un Gondry despojado de Kaufman y de todo artificio (salvo una maqueta de tren que sirve de narradora o un breve juego con cromas) trata de jugar a dos niveles, presentándose como relato de la lucha de su tía para salir adelante como maestra en la Francia rural, y dejando que, de manera gradual, las miserias de la familia vayan filtrándose a la superficie por los recovecos que deja la historia principal. El problema reside en que su familia es, por desgracia, de lo más normal, y los supuestos trapos sucios apenan tienen chicha que justifique el proyecto.

16 noviembre, 2009

Detalles

El avance más revelador con respecto a la inminente cuadragésima séptima edición del Festival Internacional de Cine de Gijón no se encuentra en su programa, ni en ninguna de las publicaciones que adelantan los filmes más relevantes que se exhibirán a lo largo de los diez días de los que consta.

Esta clave se encuentra en la portada de Les noticies de esta semana. Sí, echad un vistazo:


Os habéis fijado, ¿verdad? Así es: el rasgo de identidad más característico del capitán del barco, José Luis Cienfuegos, sus gafas de pasta, ha desaparecido para dejar en su lugar una montura al aire con vestigios de metal.

La dilución del espíritu que condujo este festival durante más de década y media es algo perfectamente trazable, y, como prueba del nueve, se puede emplear en caso de duda la ausencia de casi todos los nombres fuertes que se esperaban para esta edición.

Y conste que toda esta perorata no tiene nada que ver con que mi corto fuese nuevamente rechazado. Moverse por rabietas es propio de criajos y no diría nada bueno de mí. Nada bueno.

25 octubre, 2009

Coherencia (con ligeros spoilers de Up!)

Una vez puestos sobre aviso en el título, paso a exponer mi denuncia: Up! es una película que versa sobre las tribulaciones de un señor viejo y un boy scout para salvar a un pajarraco de ser secuestrado y trasladado desde su hábitat hasta los Estados Unidos en una jaula. Bien, estupendo, un bonito canto a la libertad.

Lo curioso es que, tras acabar el filme, llegan los títulos de crédito, que, como corresponde a una producción Pixar, no se limitan a letras blancas sobre fondo negro. Los nombres detrás de la animación se incrustan dentro de un álbum de fotos que sucede al que fue clave durante el metraje; en él, se incluyen instantáneas y recuerdos de las aventuras que esperan a los dos protagonistas una vez finalizada la parte que abarca la trama.

Pues bien, ¿a qué se dedican estos dos una vez salvado el bichejo de la separación de sus crías y la exhibición? (redoble de tambores)

Efectivamente, se van de visita al zoo (ver imagen). Como decía Ricardo Castella en uno de sus monólogos, «¡Pero qué casto soy! Voy a irme de putas para celebrarlo».

Créditos de Up!

24 octubre, 2009

Malas calles

Cuando le preguntan a uno que si conoce Nueva York, lo de haber cruzado la frontera y rellenado unos documentos absurdos para obtener el visado es casi anecdótico. Todos hemos estado allí, acompañados por guías acreditados como Martin Scorsese, Abel Ferrara o Spike Lee: a través de las panorámicas que se presentan en Malas calles, Teniente corrupto o Haz lo que debas, sin olvidar series como Seinfeld (paradójicamente rodada en Los Ángeles), un señor de Zaragoza sería capaz de conducirse mejor dentro de la gran metrópolis que en la vecina Huesca.

La última ruta turística por la ciudad llega a cargo de la HBO, bajo el formato de serie. NY es la protagonista absoluta de Bored to Death, que cuenta con Jason Schwartzman (en el mismo papel de siempre y no especialmente comedido en lo que se refiere a sus expresiones más características, pero que, en este caso, resultan incluso apropiadas) como anfitrión, encargado de conducirnos por los diferentes paisajes, siempre debidamente señalizados con unas agradables escenas de transición en las que se sobreimpresiona el mapa de la red de metro y retazos del trayecto, confirmando la voluntad de componer una obra que pise fuerte entre las muchas que se han dedicado a esta empresa.

No son casuales la elección de un detective aficionado aspirante a Marlowe como conductor ni la ubicua presencia de la psiquiatría: la principal labor de investigadores y psicoanalistas es la de observar y escuchar, lo que allana el camino para estudiar la galería de tipos que pueblan la gran manzana, especialmente en su vertiente más bohemia, liderada por el nihilista sesentón que encarna Ted Danson (entregado en cuerpo y alma a las series, puesto que el papel secundario en esta lo alterna con el protagonista de Damages más apariciones habituales interpretándose a sí mismo en Curb your Enthusiasm), junto con una sucesión de personajes representativos de ese tipo cuyo máximo terror es el de llegar último a la moda del momento. Por los episodios emitidos hasta la fecha ya han desfilado varios caracteres emblemáticos del underground estadounidense, como Jim Jarmusch (otro cineasta clave en su retrato de esta ciudad, con una memorable escena dando vueltas en bicicleta alrededor de un ático, para buscar a la musa de la inspiración) o Parker Posey.

El referente más inmediato a la hora de etiquetar a esta serie es Sexo en Nueva York, a pesar de las temáticas tan distintas en un visionado somero. En ambas, los fotogramas huelen a la City desde el primero hasta el último (a pesar de las incursiones parisinas de aquella, ilustrando con los manidos tópicos de ciudad del amor el desenlace de la trama principal); ningún episodio queda completamente cerrado hasta que todos sus eventos han sido convenientemente discutidos en alguna original terraza de café. Otro aspecto que va más allá de la mera coincidencia aparece cuando leemos la biografía de los respectivos creadores: Candace Bushnell, inspiradora de aquella, era una columnista en el New York Observer, al igual que su alter ego en la pantalla, la protagonista Carrie Bradshaw; aquí, el creador es Jonathan Ames, cuya columna apareció durante años en New York Press, y que ni siquiera ha mutado su nombre para protagonizar la serie y recuperar su profesión, al servicio de la ficcional revista dirigida por Ted Danson.

Por lo que respecta a las tramas, una pista con respecto al tono con el que se abordan reside en la elección del actor protagonista, un Schwartzman que no está muy lejos de los universos que pobló en Extrañas coincidencias o Viaje a Darjeeling: indefinición entre drama y comedia, con un desprecio manifiesto por la verosimilitud, todo sazonado con música melancólica de corte indie. El tipo de serie a la que viene bien un trayecto no excesivamente largo (la mencionada Sexo en Nueva York no supo detenerse a tiempo; de hecho, aún sigue produciendo epílogos cinematográficos), algo que parecería probable teniendo en cuenta la creciente popularidad en la gran pantalla de su protagonista; sin embargo, y dado el éxito de sus primeros episodios, ha renovado por, al menos, una segunda temporada. Esperemos que su evolución no resulte demasiado decepcionante.

12 octubre, 2009

La cosa

Larry David protagoniza la mejor comedia del año; concretamente, se trata del segundo episodio de la séptima temporada de Curb your Enthusiasm (serie emitida en España primero por Paramount Comedy y después por La sexta, en ambos casos bajo el sucinto título Larry David), "Vehicular Fellatio".

En la otra cara de la moneda, también ha sido elegido por Woody Allen como su enésimo alter ego, para protagonizar Si la cosa funciona (Whatever works), el retorno del neoyorquino a su ciudad, tras sus vacaciones por Europa. Sorprendentemente, el espíritu turístico no se ha disipado en absoluto; por el contrario, persiste en una vision de la gran manzana plagada de gente que llega a buscarse la vida, tertulias de Café Gijón, lofts, bohemia con gusto anacrónico y psicoanálisis de manual. Un espacio liberador en que los personajes pueblerinos, deliberadamente planos, abandonan sus prejuicios y máscaras para mostrar sus verdaderos interiores reprimidos.

Y ese escenario está ocupado, anegado por un Allen que, a pesar de adoptar los rasgos de David, aparece caricaturizado como si acabase de salir de una viñeta de "Inside Woody Allen" (la tira cómica que protagonizaba el director, no precisamente graciosa), un genio neurótico, hipocondríaco y misántropo en el que ya no parecen distinguirse más facetas: el realizador se ha decantado voluntariamente por abandonar a la persona y transformarse en el personaje.

Por si fuera poco, ahora parece que le ha dado por el cine con mensaje, que se cuida de recitar en primera persona al menos en una decena de ocasiones a lo largo de la película, sobre la incapacidad de ponerle barreras al amor y la necesidad de aprovechar todo lo que sirva para aliviar un poco el paso por el valle de lágrimas. Puestos a subrayar, se echan en falta unos rótulos finales en los que explique que se trata de una excusatio non petita a propósito de su polémica relación con su hija adoptiva.

Resulta incomprensible, pues, esta decisión de optar por una astracanada que falla a todos los niveles: no solo renuncia al desarrollo de personajes o de una trama, sino que como comedia se limita a recuperar lugares comunes en la obra de Allen.

08 octubre, 2009

Coyuntural

Cuando os explican que la verdadera moda está en no ir a la moda os engañan. Mi entrada anterior me ha abierto los ojos ante los encantos de hablar de los temas que están en boca de todos, y hoy volveré a hacerlo, aunque de forma subrepticia.

El caso es que he elaborado un top con las aportaciones fílmicas más relevantes que cuentan con la presencia de Belén Rueda, ordenadas por calidad decreciente:
  1. "Médico de familia"
  2. "Periodistas"
  3. "Los Serrano"
  4. El remake del anuncio de Puleva del barco
  5. El anuncio de Puleva del barco
  6. El orfanato
  7. Mar adentro

07 octubre, 2009

La ciencia y las tijeras y toda la pesca

Internet es un clamor: el timón de las revoluciones del s.XXI (responsable, entre otros logros, del ascenso al poder de partidos minoritarios basados en la democracia líquida en buena parte de la geografía europea) ha decidido alzar su voz y pedir una inmediata rectificación por parte del ejecutivo socialista a propósito de los recortes previstos en el apartado presupuestario dedicado a Ciencia.

Esto era lo previsto, efectivamente, pero, en un inesperado viraje de los acontecimientos, que observaremos desde la web nodriza de los sentimientos internautas, Menéame, una aplastante mayoría ha optado por el bando opuesto; y no solo es que aprueben este recorte, sino que lo hacen con una vehemencia inusitada. Veamos algunos ejemplos:
  • Si las investigaciones no fuesen una mierda no harian falta subvenciones. Karma: 622 [Enlace]
  • Primero hagan ciencia de calidad, luego, si eso, que les den subvenciones. Porque hacer investigaciones de mierda pero chupar del bote, mola mazo ¿eh? Karma: 310 [Enlace]
  • Pues si un negocio no funciona se chapa. Así que todos estos científicos de palo que se busquen un curro como el resto del personal. Karma: 140 [Enlace]
  • Pues venga, a cerrar el chiringo. Karma: 113 [Enlace]
  • "La industria de la ciencia en nuestro país no despega, en parte, porque recibe ayudas" No hay frase que resuma mejor la situación. Si no tienen que competir, ¿para qué van a esforzarse? Karma: 109 [Enlace]
  • Opino igual. Si por mi fuera quitaría las subvenciones. El que quiera hacer ciencia, que la haga buena, o por lo menos rentable económicamente. Ya sobran tantas garrapatas haciendo mierdas , cobrandonos por ellas y encima criminalizandonos. Karma: 137 [Enlace]
  • No PUNTO PELOTA. Las subvenciones son para otra cosa y no para hacer política. Si quieren defender la ciencia, que se gasten el dinero en todas las tradiciones que se están perdiendo a marchas forzadas. Karma: 213 [Enlace]
  • ¿Tiene sentido subvencionar la ciencia española?.........El mismo sentido quedarle el dinero de todos a mis amigos.... Karma: 129 [Enlace]
  • Los pobres...que no es que las investigaciones sean malas, es que nosotros no entendemos su ciencia xD, así que necesitan recaudar lo que nosotros, pobres ignorantes, no les damos voluntariamente. Mañana mismo empiezo la campaña "apadrina un científicoo". Karma: 212 [Enlace]
  • Me gustaría mas un titular que fuera Menos ayudas a la ciencia y mas a la creación de un tejido empresarial rentable, que cree empleo (Que sera finalmente el que disminuya el numero de parados). Karma: 198 [Enlace]
  • Es que es incomprensible que una empresa privada tenga que pagar de forma obligatoria algo que solo da perdidas. Un pozo esto de la ciencia española que tiene que ser erradicado. Si quieren hacer ciencia que la hagan, PERO UNICAMENTE CON SU DINERO. Que se lo financien los de la ceja entre ellos, con todo lo que ya han chorizado. Karma: 384 [Enlace]

22 septiembre, 2009

Morro

Supongo que todos conocéis a Isabel Gemio. Alguno dirá que es la del perrito y la nocilla, pero se equivoca, porque ese programa se emitió (se emitió, claro) durante la etapa del espacio presentada por Concha Velasco.

Resulta que, por obra y gracia del zapping radiofónico, me topo con la señora esta en pleno debate con Fernando Sánchez Dragó. Se conoce que la tía presenta ahora un programa matinal de fin de semana en Onda Cero.

La miga del asunto reside en que la antigua presentadora de Lo que necesitas es amor y Sorpresa, sorpresa, junto con su invitado cómplice, se dedicaba a despotricar del lamentable estado actual de la televisión en España, carcomida por los efectos de la telebasura. Sí. La Gemio. Con dos ovarios.

11 septiembre, 2009

Lucha

Uno sufre constantemente la erosión uniformizadora del sistema, y el organismo, que no es ajeno a esta circunstancia, dispone de sus propios anticuerpos para atajar las embestidas.

No es necesario quemar contenedores para alejarse de la línea recta, sino que basta con pequeños detalles para autoafirmarse y huir de la alienación.

Entre los muchos megáfonos con los que el mainstream vocea su discurso, uno de los más persistentes es el de las radiofórmulas, que emponzoñan el cerebro hasta de sus oyentes pasivos (es decir, los que la escuchan de fondo sin prestarle atención, porque el compañero de trabajo la ha encendido).

La dominación se manifiesta cuando nos ponemos a silbar o tararear y a la tercera nota nos damos cuenta de que se trata del último single de Carlos Baute. Pero aquí es cuando el ser humano demuestra su espíritu batallador y su negativa a rendirse: en lugar de seguir con una canción que nos produce un absoluto bochorno o detenerse, la solución comúnmente adoptada pasa por fintar ese tema y concatenar notas aleatorias para simular que estábamos improvisando.

No va a colar, pero nos sentiremos más rebeldes, mejor.

24 agosto, 2009

Apatow sí, Marías no, y encima con spoilers

Quedaba ya casi presuntuoso por parte de este blog el no haber entrado nunca en la refriega entre los partidarios y detractores de Judd Apatow, pero el momento al fin ha llegado.

Tras cierta decepción con su segunda película, Knocked Up, pero entusiasmado con tres de las obras de sus secuaces (Superbad y Adventureland, de Greg Mottola, así como Forgetting Sarah Marshall, de Nicholas Stoller), decidí enfrentarme a la génesis de la factoría: la serie de televisión Freaks and Geeks, producida por Apatow, que además dirige cinco de sus episodios, y protagonizada, entre otros, por Seth Rogen y Jason Segel, culpables de la recuperación del concepto "film de actor".

La serie, al igual que todo el cine posterior manufacturado en casa Apatow, muestra sus cartas desde el minuto cero: un instituto con atletas, pardillos, macarras, animadoras, novatadas, fiestas y porros. Nada que no apareciese en Dazed & Confused, film con el que lo comparte prácticamente todo. Podemos ir incluso más allá, y afirmar con rotundidad que Compañeros trata exactamente las mismas temáticas, salvando las distancias culturales (en vez de atletas, bacaletas, y en lugar de animadoras, yenis; lo mismo me da, que me da lo mismo).

Sin embargo, el hecho diferencial aparece, en forma de quien Javier Marías calificaba como "el más reciente y abominable" de los "cómicos detestables y sin atisbo de gracia", Seth Rogen (Ken). Y de Jason Segel (Nick), Busy Philipps (Kim) y James Franco (Daniel). Los freaks, los malotes. Ese lado oscuro que Linda Cardellini (Lindsay), la insufrible protagonista con trenca verde, explora a lo largo de la serie, y presa de cuyo indudable atractivo también caen en otros episodios Milly, su amiga, o Sam, su hermano, culpable este último, junto con sus amigos pardillos del contrapunto a lo molón de la nueva faceta de Lindsay (aquí no se separa de Compañeros, serie en la cuál a nadie importaban tampoco las batallitas de los niños de la primaria, pero sí de la citada obra de Linklater, donde la peripecia del novato ocupa un lugar capital), y recordatorio de sus orígenes como empollona.

Y el plato fuerte (junto con los papeles estelares de Ben Stiller, Jason Schwartzman o una Rashida Jones idéntica a la que se comería diez años después la tercera temporada de The Office) llega en el penúltimo episodio, "The Little Things", con la secuencia que paso a describir y que se reproduce en forma fotográfica al final de esta entrada: el lacónico y punzante Seth Rogen (da igual que se llame Ken: es Rogen) cae enamorado de la chica que toca la tuba en la banda del colegio. Yada-yada-yada, y resulta que la muchacha nació con genitales de ambos sexos, como siempre se ha rumoreado de Jamie Lee Curtis y Anne Igartiburu. Él no sabe muy bien cómo reaccionar, y tras alguna escena gruesa y prescindible (las dudas sobre su sexualidad, testeada poniendo en la balanza revistas de chicos desnudos y de chicas desnudas), llega el inmejorable desenlace: acepta su condición y la besa bajo la tuba, mientras acaricia el instrumento.

tuba1
tuba2
tuba3
tuba4
tuba5

14 agosto, 2009

Intensivo

Las diversas disciplinas de artes, deportes y demás actividades requieren un tiempo variable para comprenderlas y un mayor período para dominarlas, esto es algo evidente; sin embargo, existe una excepción: en los concursos, todo compatriota de alguno de los participantes queda automáticamente reconocido como experto en la materia.

Expliquemos esto con unos ejemplos:
  • Ceremonia de los Oscar. Una de las cinco finalistas en la categoría de mejor película de habla no inglesa comparte nacionalidad con usted, que no ha visto ninguna de las candidatas (ni siquiera la de su país). En caso de que la Academia decida otorgarle el galardón a otra cinta, tiene derecho a emitir cualquiera de las siguientes sentencias: "Claro, si es que estos yanquis no tienen ni puta idea", "Menuda manía que nos tienen los americanos, porque estaba claro que la nuestra era la mejor".
  • Juegos Olímpicos. Final de alguna de las modalidades de gimnasia, gimnasia rítmica, natación sincronizada o cualquier otro deporte que usted ve solo durante cinco minutos cada cuatro años (si participa alguien de su nación). Su país está representado y no gana. No se quede de brazos cruzados, debe actuar: "Menudo robo, ha ejecutado el mortal con doble tirabuzón [es recomendable que, durante la prueba, apunte alguno de estos conceptos cuyo significado desconoce] de una forma perfecta", "No, si estaba cantado que iba a ganar el de casa".
  • La UNESCO determina no incluir a su ciudad o a un elemento arquitectónico de esta entre los beneficiados con el título de Patrimonio de..., Maravilla..., o similar. Usted no dispone de conocimientos sobre la materia, pero eso no le debe impedir la defensa de lo suyo. Venga: "Pues el altar mayor está muy limpio, es una vergüenza que no lo hayan tenido en cuenta". "Esto es que al jurado que se pasó a visitar la ciudad no lo untaron lo suficiente".

20 julio, 2009

Celebridades

Hoy os reproduzco la entrevista en exclusiva que el director indio Manoj (M para los amigos) Night Shyamalan le ha concedido a este blog.

― Buenas Manoj, ¿qué te parece España?
― Es muy misteriosa; sobre todo, porque no he estado nunca. Esta entrevista es por correo.
― Ajá. ¿Podrías hablarnos sobre tu próximo proyecto?
― Por supuesto. Es una película de terror sugerido: hasta los momentos finales, no sabemos de qué escapan los protagonistas. Contiene un par de escenas bastante truculentas, y algún que otro apunte humorístico, de esto que te acojonas y luego resulta que era una falsa alarma. La música me la hace James Newton Howard, así con ráfagas y saltitos, para acrecentar los sustos.
― ¿Y un poco más específico no podrías ser?
― Venga, te lo cuento: se titula El hechizo. Trata de un grupo de amigos que se va un domingo a la playa; una mujer oriental les ofrece cocacolas y cervezas a un euro, pero ellos la tratan fatal. Entonces, ella les suelta una perorata en chino ante la que se descojonan.
― Buen arranque.
― Ya de tarde, los amigos van desapareciendo uno a uno, tras ponerse muy pálidos. Al final, solo quedan el protagonista y la chica.
― ¿Y cómo acaba?
― Es que si te lo digo, jodo la sorpresa.
― Da igual, esto no lo lee nadie.
― Pues resulta que estaban todos en los baños portátiles de la playa: se ve que habían preparado la tortilla la noche antes y el huevo iba con salmonelosis; entonces, les dio un apretón. Los protagonistas no la comieron, porque no les gusta con cebolla, y tomaron unos filetes de carne empanada que llevaban.
― ¿Y lo de la china?
― Era para despistar, simplemente los había llamado gilipollas y todo eso. En chino, claro.
― Sobrecogedor.
― Sí, no puedo negar que lleva mi sello personal.
― En fin, encantado de haberlo conocido.
― Un cordial saludo.

16 julio, 2009

Timos

Si le piden a uno que elija los hechos más significativos de la década de los noventa en Asturias, los dos que no pueden faltar en ninguna lista son la boda de Francisco Álvarez-Cascos y Gema Ruiz (más sus consecuencias, atención, políticas) y el Petromocho.

Y como la historia se repite, algo más de quince años después del segundo la prensa parece empeñada en reeditar tan ilustre acontecimiento en forma de equipo ciclista ficticio con Fernando Alonso al mando en el que esta comunidad estaría fuertemente involucrada. Da igual que no exista el menor indicio de verosimilitud del proyecto, eso es lo de menos; el caso es que el club tiene ya hasta director: Chechu Rubiera.

Confiemos en que la bola crezca lo suficiente como para que la caída pueda asemejarse al bochorno regional tras destaparse que la inversión saudí era una engañifa. Asturias adelante.

29 junio, 2009

Portería

Dice la gente guay que lo respetable son las personas y no las opiniones, y tienen razón, claro, pero como te pongas a desarticular el arsenal de prejuicios y barbaridades que se oye a diario, no te queda tiempo ni para ir a hacer pis, así que hay que elegir bien los objetivos.

Una presencia ineludible en esta lista es la de los que tratan de engañarnos a nosotros y a sí mismos con frases formularias en las que confiesan su faceta más oscura, pero aderezada con un par de ornamentos cuyo objetivo es aligerar la crudeza de estas sentencias, y sin embargo obtienen como resultado lo contrario, además de quedar como tontos de capirote.

Como canon de este estilo tenemos la entrevista a Iker Casillas que procedo a analizar. Tiene sus añitos ya, pero contiene joyas de tantos quilates que no presentan fecha de caducidad.

Empezamos:
― ¿Qué opina de la pena de muerte?
― Que su aplicación o no debe depender de los casos.
Coño, mira al tío generoso, que "debe depender de los casos", dice. O sea, que por aparcar en doble fila no matamos. Gracias, hombre.

― ¿Habría que legalizar a todos los inmigrantes?
― Yo no soy racista, pero habría que estudiar los casos.
Respuesta de récord, que comienza con el popular eufemismo y finaliza con la misma táctica que empleó para la pena de muerte: esto de echar a los negros hay que estudiarlo caso por caso, no vayamos a expulsar a Zaplana por error.

Y encima le gustan Paulo Coelho y El canto del loco. Ya puede parar mucho, ya.

28 junio, 2009

Supremacía

Más de uno se habrá preguntado, en alguna ocasión, cómo alcanza la rentabilidad el modelo de negocio de Spotify, que con muy poquita publicidad ofrece de manera gratuita prácticamente la totalidad del repertorio musical del planeta.

Pues bien, ya tenemos la respuesta: a través del racismo.

el nino gitano

24 junio, 2009

Sugerencia

Les sugiero que estén atentos al acontecimiento histórico que se está produciendo en nuestro planeta: la coincidencia, ahora mismo, de dos selecciones progresistas en Sudáfrica. La selección de Obama y la de Zapatero.

19 junio, 2009

Rancio

Levante-Las Palmas
En próximos noticiarios...
  • Aparece el perro Mistetas.
  • Se construye un hotel al lado de la finca de cría de perros de Curro.
  • Derrapa un caracol.

Dudas

En el programa este muermo de Cuatro, El hormiguero, tienen la sección de “¿Culo o codo?”, que es un juego consistente en adivinar a cuál de las dos alternativas propuestas corresponde una determinada fotografía ampliada de forma que aparece la ambivalencia. Tampoco es muy original la cosa, porque sus orígenes se remontan a chorraditas en cadena que se enviaban en la época de Infovía, por lo menos.

Pero ese acertijo no es más que una astracanada que no refleja los verdaderos conflictos interiores que se manifiestan en nosotros, los bretes que realmente nos reconcomen las entrañas. Sí, efectivamente, estoy hablando de “¿Papelera o paragüero?”.

A continuación se presentan ocho fotografías correspondientes a cuatro papeleras y cuatro paragüeros, desordenadas en su naturaleza y numeradas del uno al ocho. Las imágenes se pueden observar con su tamaño original haciendo clic, y el número que se le ha asignado a cada una aparece al dejar el ratón sobre la miniatura.

Foto 1
Foto 2
Foto 3
Foto 4
Foto 5
Foto 6
Foto 7
Foto 8

Se encuentra usted en la siguiente situación: un día soleado (por lo tanto, los paragüeros estarán vacíos) en el que anda con un trancazo atroz, debe depositar su pañuelo lleno de mocos en una papelera, pero no desea por nada del mundo el bochorno y las risotadas ajenas que aparecerán en caso de arrojarlo a un paragüero. ¿Qué cuatro elementos de los anteriores reconoce como papeleras y le servirán para el uso que pretende darles?

16 junio, 2009

Personalidad

Cuando se estudia en el colegio el significado de las distintas personas y números gramaticales, se obvia un factor decisivo para su utilización: el nivel de podredumbre en el cerebro del hablante.

Como elemento más significativo está la elección de persona y número a la hora de referirse a uno mismo. En la tabla que expongo a continuación se valora la idoneidad de cada una de estas posibilidades de forma cromática, donde el verde señala lo óptimo y el rojo lo más denunciable, con el gris indicando los casos más infrecuentes, que me he abstenido de comentar.

tabla de personas

Para complementar esta tabla, añado una breve explicación de cada una de estas opciones.
  • Primera persona del singular: Diagnóstico, persona corriente, en principio. Vaya, que igual luego les robas las bragas del tendedero a tus vecinas o escuchas discos de Manolo García, pero eso ya no lo detecta este criterio. Qué coño, si estás leyendo esta chorrada, tan tan normal no eres.
  • Primera personal del plural: Estás en la élite de un deporte de equipo (vale, tiene su lógica) u otro individual y se te ha olvidado modificar el número a la hora de copiarles las frases formularias a los futbolistas. "Sí, bueno, hemos hecho lo que hemos podido" tiene sentido viniendo de Raúl, porque se refiere a los once jugadores, pero no tanto cuando lo dice Fernando Alonso.
  • Tercera persona del singular: Bastante ególatra.El prototipo es una persona bajita y pagada de sí misma que pretende darse más relevancia de la que tiene con este truco. Como José María García o José María Aznar (no es obligatorio llamarse José María; a Hitler también le pega, seguro que lo hacía). Es algo tipo "Mire, José María García siempre ha hecho lo que su conciencia ha considerado oportuno y nunca ha recibido una sola peseta de nadie para cambiar su opinión". Como dato adicional, señalar que una profesora mía de Gimnasia pertenecía a este grupo. Sé que no aporta mucho, pero es que lo de Gimnasia les da mucha rabia a los profesores de Gimnasia (ellos lo llaman "Educación no sé cuántos"). Gimnasia. Gimnasia.
  • Tercera persona del plural: Te quieres dar importancia erigiéndote en representante de un colectivo y enfrentándolo al mundo sin que nadie os haya mencionado. Este grupo contiene dos variantes del mismo telar con intersección no nula: los comeniños y los malvados. Ejemplo: "claro, es que los motoristas son unos malvados que comen niños crudos y no respetan ninguna señal". Odiosos. Muy odiosos.

15 junio, 2009

Inclinación

Sarkozy
Amalric en Un conte de Noël

El caso es que después del claro homenaje presente en Un conte de Noël que os comentaba hace pocos días, Nicolas Sarkozy ha decidido ser él quien referencia en un acto público a este filme, para, suponemos, promocionar el cine galo aprovechando la cohorte de periodistas que sigue cada uno de sus pasos.

(Imágenes extraídas de La nueva España/Reuters y Sean Axmaker, respectivamente. Descubierto por vedderman.)

14 junio, 2009

Papelería

Cuando eres actor y te toca encarnar a un drogadicto, a un mafioso, a un terrorista o a un maltratador, no pasa nada, porque para eso vives de la interpretación. Delante de la cámara eres lo que te pidan y al salir del camerino vuelves al tío normal de siempre.

Otra cosa es cuando en el cásting te eligen como "feo", "gorda#3", o "enano" (este último caso da lugar a una de las escenas más memorables de la insuficientemente reivindicada Vivir rodando (Living in Oblivion, Tom DiCillo, 1995). Por mucho que te desmaquilles, conseguirás abandonar la ficción, pero la fealdad, los kilos de más o el enanismo no te los quita nadie. Aunque, por otra parte, es algo con lo que uno ya vive antes de que se lo canten en la audición; que los espejos, las básculas o las cintas métricas no van tan caros.

Y lo que ya es una putada de las gordas es que te elijan como viejo pellejo en su versión terminal, que es algo así como una sentencia de muerte. El caso más sonado es el de Jason Robards, que tras interpretar a un enfermo de cáncer de pulmón en las últimas etapas de la enfermedad en Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999), falleció al año siguiente víctima de la misma enfermedad, que aún no se había manifestado durante el rodaje.

Al menos ahora tienen el detalle de solucionar con efectos especiales el conflicto, como en El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, David Fincher, 2008), donde el papel de moribunda postrada en la cama le cae a la propia Cate Blanchett, casi irreconocible.

Vale que así la cosa queda menos creíble e incluso involuntariamente cómica, pero es que menudo papelón (no pun intended) lo de decirle a alguien que lo ves ideal para el papel de vegetal encamado.

02 junio, 2009

Dragón


goku1
devos2
goku2
devos3
goku3
devos4
goku4
devos5
goku5

Uno de los momentos clave del cine contemporáneo: la transformación de Emmanuelle Devos en superguerrero (vaya, en superguerrera) en Un conte de Noël.

29 mayo, 2009

Dinero

Tras un respiro, vuelvo para tocar un tema que ya conoceréis perfectamente.

Todos estamos de acuerdo en que un delito financiero no es broma, supongo. Existen unas leyes que regulan qué es lo que se puede y lo que no se puede hacer, y debemos respetarlas, eso es algo que espero que también aceptéis.

El problema viene cuando la sociedad no es tan justa como debería, y a ese Derecho legal (iuspositivismo) se anteponen unas normas básicas con las que puede entrar en conflicto (iusnaturalismo). Un ejemplo sencillo para ilustrar esta dialéctica se encuentra en la Alemania nazi: un soldado alemán debía elegir entre las leyes hitlerianas o una idea básica de justicia cuando se le ordenaba ejecutar a un judío inocente; si lo hacía, violaba algo tan básico como el derecho a la vida, mientras que si se negaba sería juzgado por no respetar las leyes que regían en su país.

Una vez presentado este conflicto, vuelvo al problema de base: ¿es justo el mundo actual? Creo que la respuesta está clara, dada la distribución tan desigual de riquezas que permite que mientras unos estamos escribiendo y leyendo blogs, en el tercer mundo la gente se muera de hambrunas y epidemias.

Por tanto, ¿qué debe primar, el respeto a las leyes o la búsqueda de un mundo más justo? Antes que por nosotros, esta pregunta fue planteada por quien protagoniza la entrada de hoy, con una respuesta rotunda: en ciertos casos, las leyes tienen que situarse por detrás de la justicia.

Y así se hizo, decidiendo quitarle dinero a los bancos para financiar a su colectivo, autodenominado de izquierdas, y campañas informativas relacionadas con su causa.

Sin embargo, la rigidez del aparato judicial no comprendió el verdadero valor de estos actos y estableció pena de cárcel para el artífice de esta obra heroica.

Supongo que ya todos sabéis de quién os hablo, pero podéis informaros mejor sobre todos los detalles del caso aquí.

29 marzo, 2009

Aviación

La prestigiosa UNCA Consulting alemana ha elaborado un informe a partir de las grabaciones contenidas en las cajas negras de los aviones accidentados en la última década.

A modo de resumen, se incluye un ranking de las frases más recurrentes, que reproducimos en orden creciente de apariciones:¹El resto de la imprecación está ya demasiado visto.

15 marzo, 2009

Tiña

La envidia es un concepto que se puede resumir tal que así:
Pues yo no sé qué le veis a la Esther Cañadas esa, con esos morros que se ha puesto que parece un mono. Si es que da hasta repelús.
Según fuentes consultadas por Loquemola, en la próxima edición del diccionario de la RAE se ilustra la palabra con esta cita.

13 marzo, 2009

Nombramiento

Hace poco salía la noticia de no sé qué empresa que le ha ganado un juicio a Telecinco por una filfa de dicha cadena en la que se desprestigiaba un producto milagroso de esta factoría.

Lo más curioso de la historia es que los fabricantes habían cambiado el nombre del ungüento poco después de la emisión del programa difamador, sin que se hubiese probado en tribunal alguno delito o negligencia, confiando en un efectivo lavado de imagen basado únicamente en el intercambio de etiqueta.

Me recordó a Bush y Obama.

19 febrero, 2009

Referencia

Una de mis aficiones confesables (las inconfesables siempre están un peldaño por encima) favoritas consiste en explorar las discusiones en los foros de WordReference.

El esquema siempre suele ser el mismo, como sigue:
  • Pregunta por la traducción más idónea de una palabra o expresión.
  • Respuesta con una traducción literal inservible.
  • Respuesta algo más convincente, pero aún no completamente satisfactoria.
  • Respuesta perfecta, con un término que plancha el original.
  • El usuario que hizo la pregunta agradece las contestaciones y se queda con cualquiera de las propuestas, excepto con la tercera.
Reproduzco el ejemplo que me encontré en mi última visita, intentando encontrar la manera más apropiada de traducir wayward (que nunca había entendido muy bien ni en el The Wayward Bus de The Magnetic Fields ni en The Wayward Cloud, título anglosajón que no tiene pinta de significar El sabor de la sandía, como se estrenó en España la cinta de Tsai Ming-liang):
  • ¿Cómo traduzco «wayward», qué tal “impredecible”?
  • “con incidencias inesperadas”
  • “frustrante”
  • “veleidoso”
  • No me gusta ninguna, me quedo con mi “impredecible”. Eso de “veleidoso” es muy raro.
Toda mi admiración para el usuario que ha dado con una palabra tan admirable como “veleidoso”, que capta a la perfección la esencia del término original.

Para mí, desde este momento, el disco y la película mencionados con anterioridad pasan a ser con todas las de la ley el autobús y la nube veleidosos.

14 febrero, 2009

Reconocimiento

Este espacio lo ocupa hoy uno de los argumentos más desconcertantes que se puede encontrar en una discusión, la apelación a la sinceridad:
― Pero, ¿por qué votas al Partido Mengeliano? Si en su programa anuncia que exterminará a todos los niños y viejos.
― Bueno, por lo menos ellos lo reconocen.