31 diciembre, 2008

Glosario

Durante un tiempo, se extendió la absurda creencia de que la finalidad de los debates era el mutuo aporte, el enriquecimiento (no solo económico, se entiende) de todas las partes, o incluso el acercamiento de posturas.

Afortunadamente, hoy sabemos que todo aquello no eran más que adornos que se colocaban para disimular el verdadero objetivo, que no es ni más ni menos que la victoria o, en el más positivo de los escenarios, la completa humillación del oponente.

Por lo tanto, para participar en una discusión, lo de menos es reunir más conocimientos que el rival; las armas dialécticas deben dirigirse a la ridiculización del discurso ajeno, más que a la articulación del propio.

En esta primera entrega, os proporcionaré una de las herramientas más valiosas para lograr este fin: el ataque atómico, obviando el argumento y dinamitando directamente el uso de los conceptos de la otra parte. Existen dos variantes de este arma:
  • Discusión verbal, en la que, tras escuchar una de las palabra clave que luego se definirán, se le solicita al contrincante que defina ese concepto. En la mayoría de los casos, esto conducirá a, primero la duda, luego el bloqueo, y más tarde una respuesta nada satisfactoria, o inventada; prueba superada.
  • Discusión a través de Internet, donde se procede de idéntica manera, pero en la que él podrá recurrir a la Wikipedia, obteniendo todas las definiciones posibles de la palabra. Afortunadamente, ninguna se parecerá ni remotamente al uso que le está dando.
Palabras que deben activar una sirena en nuestra cabeza para acudir de inmediato a este método son, por ejemplo, "posmoderno" y "deconstrucción".

25 diciembre, 2008

Dos cero cero ocho

El año de la crisis, el fin del capitalismo, el comienzo del nuevo capitalismo. No nos engañemos: si es que se acaba descartando el sistema por caduco, la "renovación" será hacia otro aún más vetusto, aunque tenga teles de plasma e iPods.

Sea como sea, paso a resumir, como es tradición en este blog, lo que perdurará (al menos, durante unos meses) de los últimos 366 días y un segundo.

Mejor película: L'heure d'été, de Olivier Assayas, o cómo conseguir que un público predispuesto a soportar un tostón con casita en el campo típicamente francés, asista embobado a un espectáculo que, ya a partir del cuarto de hora de función, queda claro que trascenderá no solo el drama de burguesía rural, sino las fronteras galas y lo que se ponga por delante para, según se acerca el final, colocarse cien peldaños por encima de las yonkis entre fundidos de las que Assayas se había rodeado en los últimos tiempos. Si aquello era cine con mayúsculas, esto lo es con versales a 120 puntos.

Mejor película española: El cant dels ocells, de Albert Serra, no tanto por la seducción del cine del gerundense, que efectivamente confirma (o mantiene) lo apuntado en sus dos anteriores largos (sobre todo en Honor de cavalleria) y se establece como una de las personalidades más interesantes (y excesivas, en lo que respecta al temible personaje que se ha creado) del panorama nacional, sino por lo yermo de la producción, como se puede comprobar en la inenarrable lista de nominados a los Goya.

Peor película: Gomorra, de Matteo Garrone, cuyo sustrato literario no he leído (como se ocupaba siempre de apuntar Tomás Fernández Valentí en una de sus más repetidas coletillas de 'Dirigido por...') ni me interesa lo más mínimo, viendo el culto que a su alrededor se ha establecido. Los peores vicios del cine europeo premiable y premiado (arrasó en los Premios del Cine Europeo) se condensan en la impresentable escena final de este film. Tratar de ser 'cool' siendo 'uncool' es definitivamente 'uncool' (sí, es una referencia a la conversación post-Hullabalooza de la familia Simpson).

Mejor disco: Third, de Portishead, porque no tiene sentido negar la evidencia. Regresar tras once años y conseguir superar los prejuicios y las expectativas de los más escépticos/exigentes hace obligado que encabecen todos los tops del año, incluido este.

Mejor canción: You'll find a Way, de Santogold, que, sin llegar al eclecticismo de M.I.A., toma el testigo este año de la frescura de la cingalesa, con un disco homónimo bastante variado del que destaca este tema con doble lectura, como ocurría casi siempre con Maya, amorosa y política. Lectura atronadora, en cualquiera de los casos.

Mejor disco nacional: Ortopedias bonitas, de Manos de topo, porque el anacronismo que supone elegir un LP de 2007 es de una magnitud infinitamente menor que la injusticia que supuso el olvido del pasado año. Unos pocos meses son irrelevantes ante la rabiosa modernidad que desprenden los llantos de 'Morir de celos' o 'Es feo'.

Peor disco: Rockferry, de Duffy, por parecerse a Patricia Conde en la portada del disco, porque sus singles son clavaditos, por pretenderse la versión amable de la Winehouse, pensando que por no ser una drogadicta va a durar más que su Mr. Hyde, cuando ni la más fulminante de las sobredosis lo será tanto como el batacazo que se pegará la niña repollo con su segundo disco. Y porque, aclaro, no me cae bien.

Mejor programa de televisión: El comisario, aunque hace años que no veo un episodio (en total, no llego a la decena). Tras muchísimas temporadas en antena, Telecinco ha decidido cancelar una de las ficciones más dignas del panorama español, con tramas escritas y filmadas con un cuidado bastante superior a la media, pero, sobre todo, con una altísima capacidad de adicción, sea cual sea el momento en que se enganche el capítulo (los pocos vistos, funcionaban a las mil maravillas como experiencias aisladas). Y también hay que reconocerle el mérito de conseguir que Tito Valverde haya abandonado los papeles cómicos.

Peor programa de televisión: Salvados, en La sexta, cuyo humor es probable que no sea el peor de las ondas, pero que ha hecho que muchos tomen por el colmo de la irreverencia al amiguete de todos. Y la transgresión es incompatible con el "buenri", me temo. Por no hablar de los que se lo toman en serio.

Personaje del año: El chaval griego muerto, símbolo (más que causa) de protestas paneuropeas con mayor o menor justificación, pero que a nadie han dejado indiferente.

19 diciembre, 2008

Modelo (II)

Podría estar basado en hechos reales:
Me ha salido un orzuelo en el ojo derecho, así que he creado un grupo en Facebook para que lo prohíban.

14 diciembre, 2008

Modelo

Es ficción, aunque no lo parezca.
Jajajaj, tíos/chicos, al final os he hecho caso y estoy pilladísimo/a con Perdidos/Prison Break! Este finde me he visto las quince temporadas del tirón! Qué grande es Sawyer/Scofield!

09 diciembre, 2008

Mejoras

Hoy os propondré una palabra para enriquecer vuestro vocabulario. Dado que el título del blog alude a los gustos personales, aquí va un vocablo para expresar lo que no os mola: "inconstitucional".

A continuación, unos ejemplos.

Mal:
Ese referéndum no me gusta.
Bien:
Ese referéndum es inconstitucional.

Mal:
Las leyes de igualdad no me gustan.
Bien:
Las leyes de igualdad son inconstitucionales.

Mal:
El canon no me gusta.
Bien:
El canon es inconstitucional.

Mal:
Los yogures Yoplait no me gustan.
Bien:
Los yogures Yoplait son inconstitucionales.

30 noviembre, 2008

Festival de Gijón, días 7 y 8

Ya se ha acabado el Festival, con los premios gordos para Alonso y Denis.

Aquí va la crónica de mis últimos dos días por allí:

Jueves 27

Interkosmos, de Jim Finn
El primer largo de Finn reflexiona, como los otros tres que ha realizado hasta la fecha, sobre el papel del comunismo en el siglo XX, criticando en clave de humor los errores que se cometieron las veces que se llevó a la práctica, desde el punto de vista del fascinado por Marx pero decepcionado por Stalin, que no de un, digamos, Vargas Llosa.

Aún con momentos muy divertidos (la conversación intergaláctica sobre la 'Trolley Song' de Cita en St. Louis), se nota la inexperiencia de Finn y que realmente no sabía muy bien cómo rellenar un largo (a pesar de su hora de duración) con una idea que, con anterioridad, le habría dado para un corto.

The Juche Idea, de Jim Finn
El tercero de los pastiches de Finn sobre las formas del comunismo; en este caso, le toca a Corea del Norte, y el resultado es a la vez simpático y revelador, sobre todo cuando recurre a los autoexplicativos fragmentos de cine norcoreano que, como comentó en la posterior charla, se compró a través de eBay.

Ballast, de Lance Hammer
Una (otra) película simple, rodada sin demasiadas pretensiones ni artificios y que logra contar esa pequeña historia a través de unos personajes estupendamente diseñados. Agradable.

Viernes 28

Una semana solos, de Celina Murga
Rodar con niños no es cosa fácil, no tanto por la dirección de actores, sino por la tentación de caer en la ñoñería y en los tópicos. Y la pirueta se complica cuando se pretende realizar un filme sobre niños solos en casa pero no a la manera de Culkin, sino adoptando roles de adultos.

Pero Murga solventa con bastante soltura esos problemas, creando unas escenas de lucha de clases entre niños que, en lugar de obvias, resultan tan tensas y agobiantes como las escenas más pertubadoras de Funny Games o La ceremonia, sustituyendo, eso sí, a la ópera por partidos al FIFA en la XBOX.

35 rhums, de Claire Denis
De que Claire Denis es la mejor directora de la actualidad, creo que a nadie le cabía ya ninguna duda, después de las tres maravillas que llevaba encadenadas (Vendredi soir, Trouble every day y L'intrus). Con ésta van cuatro y creo que ha llegado el momento de plantearse si no es directamente el cineasta más completo de la actualidad.

En lugar de decantarse por la narrativa hard de su obra anterior, cambia radicalmente de tono contando una historia sencilla de cuatro vecinos... pero con qué poderío visual y musical (otra vez con la ayuda de Tindersticks). Con diferencia, lo mejor del Festival.

Waltz with Bashir, de Ari Folman
Como su compañera de Festival Z32, otra denuncia de las miserias del estado israelí, sacando a la luz sus trapos sucios, abochornado por una sociedad (sintetizada en alter ego animado) que lleva décadas intentando convencerse de que su ejército no ha cometido atrocidades con el pueblo palestino.

Cuando se llega al final del viaje psicológico, se certifica, de manera irrebatible, que todo aquello no era ninguna ensoñación, sino la pura realidad de la que el pueblo israelí es, en el mejor de los casos, cómplice.

27 noviembre, 2008

Festival de Gijón, días 5 y 6

Siguen las crónicas desde Gijón:

Martes 25

Entre les murs, de Laurent Cantet
El título original era más claro que su traducción con respecto a las intenciones de Cantet: la clase a la que hace referencia este, no se refiere al conjunto de alumnos ―los personajes son empleados como títeres por el realizador para cumplir sus objetivos―, sino a las cuatro paredes ―tanto las de la clase como la de la sala de profesores, emplazamientos entre los que se establecen repetidos paralelismos―, como cárcel que sirve de catalizador para escenas de gran tensión; aunque, en ocasiones, esta fuerza se desplaza al exterior, como la estupenda discusión del profesor con dos de sus alumnas, mientras el resto de muchachos lo rodea.

Desgraciadamente, la censura o la autocensura hace que Cantet haga una serie de concesiones que lastran (ligeramente) al film y hacen que en algunos momentos (especialmente, al final) se acerque peligrosamente a una teleserie de instituto.

A zona, de Sandro Aguilar
Probablemente, el acontecimiento del Festival, como certifica el hecho de que el porcentaje de deserciones fuese el más alto hasta el momento (al menos, dos tercios de la sala), y que el único espectador que se atrevió a preguntarle algo a Aguilar, en la charla posterior, fue para un "¿y con esto qué nos querías decir?".

Un estilo narrativo que bebe, sin disimularlo en absoluto, de L'intrus, plagado de escenas muy "carnales", pero que, desgraciadamente, también deja claro que a su director le falta aún rodaje y que quizá debería haber esperado a tener más experiencia para abordar una propuesta tan ambiciosa. Un nombre a seguir.

Afterschool, de Antonio Campos
Crónica de amores y desengaños de instituto contada con distanciamiento y donde, desde el primer momento, se espera que la tensión contenida estalle. Y cuando estalla, la cosa mejora, pero tampoco es para tanto. Lo mejor, con diferencia, el vídeo que realiza el protagonista.

Miércoles 26

Liverpool, de Lisandro Alonso
Tras el paréntesis que supuso Fantasma, Alonso retorna a su fórmula habitual: una historia contada a partir de una serie de planos fijos, donde apenas pasa nada, casi sin diálogos y que, sin embargo, consigue emocionar. Mientras la fórmula continúe funcionando, que siga así.

Reflexos de Chaplin, VV.AA.
Cuatro cortos sobre Chaplin, con resultados simpáticos, en el caso de Lluis Hereu; rutinarios, con Isaki Lacuesta, y bastante tópicos y ñoños, el de Pere Vilà.

Por supuesto, la estrella de la función es el segmento de Albert Serra, una verdadera gamberrada (complementada con la entrevista en la que asegura que Chaplin no le interesa lo más mínimo y que aceptó este encargo por compromiso), con Hitler, Mussolini, Stalin y Mao sacándose la polla y haciendo el trenecito. Memorable.

East of Paradise, de Lech Kowalski
Historia autobiográfica en la que se pretende equiparar las purgas soviéticas de las que fue objeto la madre de Kowalski con la cara sucia de Estados Unidos, representada por un antiguo amigo, icono de la noche neoyorkina, que fallece de SIDA.

Escenas como la introducción del cadáver en el congelador mientras el tren que condujo a su madre hacia Siberia traquetea en la banda de sonido cobrarían una gigantesca fuerza si no fuese por una innecesaria y cargante voz en off que logra aniquilar cualquier logro con sus subrayados innecesarios.

25 noviembre, 2008

Festival de Gijón, días 3 y 4

Alcanzado el ecuador del Festival.

Lunes 23

Salamandra, de Pablo Agüero
Agúero retoma su corto Primera nieve, proyectado hace dos años en Gijón, envolviendo el cuarto de hora que duraba en hora y media de relleno. Si ya agotaba en la versión reducida, qué decir de esto.

Morvern Callar, de Lynne Ramsay
Típica encandiladora de audiencias con sus personajes alocados y su banda sonora con grupos molonguis, al final se queda en poco más que una Thelma y Louise con Andalucía sustituyendo a Colorado como punto de no retorno; bueno, aquí sí es de retorno, pero qué más da. Decepción bastante gorda, a tenor de las referencias que tenía: quizá haya envejecido a la velocidad de la luz.

Acné, de Federico Veiroj
Tópica, previsible hasta decir basta, una historia propia de episodio de cualquier serie juvenil rodada con más bien poca brillantez por un debutante en el largo; un par de detalles la libran por los pelos de la quema absoluta. En la lista de agradecimientos consta José Luis Cienfuegos, director del festival: será por proyectarla.

Martes 24

Profit Motive and the Whispering Wind, de John Gianvito
Provocadora de principio a fin, tanto en el fondo como en la forma. Una patada en los cojones de América, que por algo se ha convertido en una de las sensaciones cinematográficas de la temporada. Es curioso, pero en pleno siglo XXI todavía sigue teniendo bastante de transgresor el cierre de un film con La internacional, aunque sea en una versión que cuesta reconocer.

La trinchera luminosa del Presidente Gonzalo, de Jim Finn
Tan divertida como terrorífica, este falso documental sobre Sendero Luminoso da pie a cientos de reflexiones, como se pudo comprobar en la posterior charla con su realizador (que tiene también mucho de showman). Aunque comience revelando su naturaleza burlona con alguna escena conscientemente exagerada (los lápices y libretas explosivos), poco a poco, y gracias a su excelente acabado (en Hi8) uno va entrando en el juego.

La vie moderne, de Raymond Depardon
Preciosa tanto en su estructura (casi perfecta) como en el tono, a Depardon casi parece que le salga la película sola con colocar la cámara delante de unos viejos a los que se les van muriendo las vacas y las ovejas. Y, en cierta manera, es así.

23 noviembre, 2008

Festival de Gijón, días 1 y 2

Por tercer año consecutivo en este blog, las crónicas del Festival Internacional de Cine de Gijón:

Viernes 21

Z32, de Abi Mograbi
Un documento muy valiente, no tanto por lo que cuenta (que también), sino por cómo lo cuenta. Logra transformar un interrogatorio/confesión en una pista de circo sin que nos lleguemos a dar cuenta. Originalidad bien llevada.

Three Monkeys, de Nuri Bilge Ceylan
Un arranque prometedor, con una escena inicial verdaderamente bien rodada, que da paso a una premisa argumental que para sí quisieran muchos guionistas. Y hasta ahí, porque desde ese momento, la película comienza a decaer y a enseñar su armazón, que seguro que sobre el papel prometía barbaridades , pero que en pantalla resulta de lo más anodino. Por si fuera poco, ciertas escenas "oníricas" (por llamarlas de alguna manera) acaban de arruinar la cinta.

El brau blau, de Daniel V. Villamediana
Quien haya visto la escena de la película que su autor colgó en YouTube, ya sabe perfectamente de qué va esto. Aunque Villamediana bromease (¿bromeaba?) en la tertulia posterior con que era un filme "de acción", la cámara se dedica a contemplar durante una hora la obsesión por el toreo del actor único. Más acertada resultó, sin embargo, su apreciación de que era una película "táctil"; las virtudes y defectos de la cinta residen en la plasticidad de cada una de sus escenas, manifiesta en algunas (como la colgada en Internet) y más discutible en otras, pero con balance positivo.

Sábado 22

Adoration, de Atom Egoyan
El posterior encuentro con el público era la principal razón que me impulsaba a volver a darle una oportunidad a Egoyan, después de la fallida Ararat, que ya me hiciera renunciar, tras las espantosas críticas que recibió, a Where the Truth lies. Y, aunque la charla resultó amena, ni un discurso de Churchill lograría remontar la experiencia que la precedió.

Por la manera de narrar de Egoyan, que se ha mantenido inamovible desde sus inicios, han pasado los años, y el desastre se hace aún mayor cuando, en lugar de Russell Banks, se parte del peor guión filmado por Egoyan, con más de una escena que pone a prueba (sin pretenderlo, me temo) la capacidad de resistir la vergüenza ajena entre el público y, sobre todo, con unos subrayados que emplean toda la gama de rotuladores fluorescentes.

Je veux voir, de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige
Documental sobre los efectos de la posguerra en el Líbano, rodado por dos cineastas locales que ya habían deslumbrado en Gijón unos años atrás con A perfect Day y que recurren a la complicidad de Catherine Deneuve (que funciona más como salvoconducto que como actriz) para lograr los permisos de rodaje en ciertas zonas bajo vigilancia militar. Cumple con creces su objetivo testimonial.

Wendy and Lucy, de Kelly Reichardt
No me gusta comparar unas películas con otras, y me suele resultar cargante este tipo de cosas. Así que voy a hacerlo: algo así como La línea recta filmada por Jarmusch. Una historia muy simple, contada de manera aún más simple, y que logra emocionar sin recurrir al sentimentalismo gratuito.

24 agosto, 2008

Criterio

Un señor de Huesca le ha echado esta noche siete polvos a su mujer y uno de propina a su cuñada.
¿Que no os importa un carajo? Ya, pero si llega a ser deporte olímpico...

08 agosto, 2008

Veteranía

La modernidad ha hablado: los toros molan. Lo que cinco minutos atrás era un festejo atroz que no respetaba los derechos de los animales y que, sobre todo, era lugar de encuentro de paletos, ha pasado, por arte de birlibirloque a constituir el súmmum de lo trendy.

Tras dejar reposar la idea varios años para que no se relacionase este movimiento con Almodóvar y su Hable con ella, desde Letras de cine, publicación con una influencia sobre la crítica y la cinefilia hispana inversamente proporcional a su tirada y a su ritmo de aparición, se ha iniciado la campaña para devolverle al toreo una aureola de intelectualidad sazonada con un cierto distanciamiento, heredera directa de Hemingway.

Primero llega El brau blau, de Daniel V. Villamediana, crítico de la revista, que se presenta estos días en el Festival de Locarno, y que, en principio parece tomar los toros como simple excusa para organizar una lisandrada.

Sin embargo, días después llega desde Marte este vídeo de Álvaro Arroba, otro miembro de aquella redacción, ahora en Cahiers du cinéma-España, que, aunque desprende a millas de distancia hedor a pretendida boutade, ese detalle no debe eclipsar el (también precocinado) titular «Álvaro Arroba es cliente habitual de una peña taurina».

Guste o no, es lo que hay, así que vayamos afilando nuestras banderillas de "es la fiesta nacional" y preparando certeras estocadas con "el toro de lidia está destinado a la plaza, y su muerte en el ruedo es el máximo honor que puede alcanzar".

27 julio, 2008

Latrocinio

Aunque a la gente le encanta rajar del cine español (ya sabéis, blablabla, se ven muchas tetas, blablabla, hablan raro, blablabla, la Guerra Civil), la cinematografía de este país tiene un buen puñado de autores que han trascendido nuestras fronteras (Buñuel, Berlanga, Saura, Erice o Almodóvar entre los indiscutibles).

Por otra parte, algo que todos coinciden en destacar es la brillante nómina patria de característicos, que se podria resumir rápidamente como "el plantel de secundarios que deambula por La escopeta nacional".

Muchas de esas caras conforman el reparto de Los ladrones van a la oficina, serie que Antena 3 emitió durante la primera mitad de los años noventa y que actualmente se repone por las emisoras de TDT de la cadena.

Dicha serie se concibió como un homenaje indisimulado a los tebeos de Mortadelo y Filemón (una década antes que Fesser), con personajes histriónicos, situaciones absurdas y tramas imposibles en las que solo falta que los ladrones se llamen Cartérez para completar la faena (aunque tenemos a "El Carteras", que se aproxima).

Pese a la originalidad del planteamiento y la plantilla de actores, todo se viene abajo por la endeblez de los guiones y la puesta en escena, encargados a nulidades como Eduardo Ladrón de Guevara y Tito Fernández, que años después desaprovecharían un reparto de similares quilates en Cuéntame.

Con todo, la serie destaca como una de las primeras apuestas "serias" (en presupuesto y reparto) de las televisiones privadas, aunque todo el presupuesto se marchase en la nómina de los actores y el resto se dejase en unas manos que modelan algo indistinguible de Hermanos de leche o Canguros, para colmo con un humor bastante más blanco que en la primera de ellas.

18 julio, 2008

Fílmica

Comentaban hace un rato en Radiolandia (de lunes a viernes, de 10.00 a 12.30 en la Radio del Principado de Asturias), que la oferta cinematográfica en la región es muy pobre y que estaría muy bien que se crease una Filmoteca de Asturias, como ya existe en otras comunidades.

¿Cuál será la reacción de Juan Bonifacio Lorenzo, director de la Filmoteca de Asturias, ante tamaña afrenta?
  • Repasar las actuaciones de la filmoteca durante su mandato y decidir que algo no marcha, tras lo que presenta su dimisión.
  • Pensar, aliviado, «si no saben que existo, no me podrán echar».

12 mayo, 2008

Música

Hola, soy idiota y ésta es mi manera de demostrarlo:
  1. Hago una parodia de una canción que no tenía gracia ya de mano.
  2. Se la cuento a todo el mundo para que vean lo gracioso que soy.
  3. La publico en mi blog.
  4. Me se cae la baba.
Tócate los cojones.

27 abril, 2008

Consejo de guerra


Lo sé, lo siento.

11 abril, 2008

Forastero

Imaginaos que le tenéis que explicar a un extranjero qué es la prensa deportiva española: pues aquí tenéis el método.

¿Cuál de los siguientes titulares es concebible?
  1. El Getafe gana con un admirable arbitraje
  2. El Getafe gana con un desastroso arbitraje
  3. El Getafe pierde con un admirable arbitraje
  4. El Getafe pierde con un desastroso arbitraje

06 abril, 2008

Mi demagogia

Los que critican a Heston por haber sido presidente de la NRA olvidan el detalle de que el escritor español más celebrado estuvo en la cárcel por crímenes de guerra.

04 febrero, 2008

Disolvente

La prensa ha coincidido en destacar positivamente la limpieza de la ceremonia.


(Ahora mismo, en portada de http://www.cadenaser.com)

Descargas

Como sabéis, la finalidad última de este blog, ver la nota a pie de bitácora, es aconsejar a los humanos sobre las actitudes vitales que nos ayudarán a alcanzar el estatus deseado de persona guay.

Como muchos de vosotros sois frikis de esos que tienen más amigos en el IRC y la Usenet que en la vida real, no es aconsejable descuidar a vuestro alter ego virtual, ya que de poco vale que vayáis con vuestro traje de Armani, vuestro peinado Beckham y vuestra actitud suave si lo máximo que veis es la pantalla de un ordenador.

Uno de los centros de reunión más populares hoy en día es el emule, el amule, la mula, el burro o como lo queráis llamar. Allí, la interacción con los demás reptiles que lo usan se realiza a través de los comentarios de los archivos; aunque es verdad que el programa tiene la opción de enviar mensajes personales, un tal ZamBor2 ha hecho que la práctica totalidad de los usuarios tengan deshabilitada la opción de recibir mensajes de desconocidos.

A través de una serie de ejemplos os explicaré cómo tenéis que comentar los archivos si queréis quedar bien ante el mundo.

Mal:
La película está bien, pero no respeta la relación de aspecto: debería estar en panorámico y la han ripeado en 4:3.
Creo que es evidente por qué está mal: a nadie le importan tus mariconadas de relación de aspecto. Cuéntale tu vida a tu abuela.

Bien:
Putos moros, que se vayan a su país, que aquí solo vienen a quitarnos el trabajo.
Ahí sí, una reflexión es siempre positiva. Comparte tus conocimientos con los demás.

Mal:
El crack no funciona, ¿alguien sabe cómo hacerlo funcionar?
Si no te funciona, te fastidias, la gente no está para sacarte a ti las castañas del fuego.

Bien:
Poned todos vuestros archivos en lanzamiento, que así irá más rápido.
Eso es, los proveedores de Internet en realidad ofrecen una subida mucho mayor de la que consta en el contrato, lo que pasa que está "escondida" y solo se activa cuando la gente que sabe del tema marca la opción lanzamiento en todos sus archivos compartidos.

Mal:
No bajar, fake, es porno gay coreano.
Maldito reprimido homófobo y racista, qué asco das. ¿Tanto te molesta que la gente se demuestre su amor? Vuelve al siglo XIX, que seguro que allí te sientes más en tu ambiente, tío rancio.

Bien:
zETApe, vete con tu abuelo, deja de negociar con asesinos.
Tú sí que sabes, macho.

14 enero, 2008

Desprecio

El comité de sabios elige, por unanimidad, como refrán más odioso de 2007...
Consejos vendo, que para mí no tengo.
Enhorabuena a los premiados.