El año de la crisis, el fin del capitalismo, el comienzo del nuevo capitalismo. No nos engañemos: si es que se acaba descartando el sistema por caduco, la "renovación" será hacia otro aún más vetusto, aunque tenga teles de plasma e iPods.
Sea como sea, paso a resumir, como es tradición en este blog, lo que perdurará (al menos, durante unos meses) de los últimos 366 días y un segundo.
Mejor película: L'heure d'été, de Olivier Assayas, o cómo conseguir que un público predispuesto a soportar un tostón con casita en el campo típicamente francés, asista embobado a un espectáculo que, ya a partir del cuarto de hora de función, queda claro que trascenderá no solo el drama de burguesía rural, sino las fronteras galas y lo que se ponga por delante para, según se acerca el final, colocarse cien peldaños por encima de las yonkis entre fundidos de las que Assayas se había rodeado en los últimos tiempos. Si aquello era cine con mayúsculas, esto lo es con versales a 120 puntos.
Mejor película española: El cant dels ocells, de Albert Serra, no tanto por la seducción del cine del gerundense, que efectivamente confirma (o mantiene) lo apuntado en sus dos anteriores largos (sobre todo en Honor de cavalleria) y se establece como una de las personalidades más interesantes (y excesivas, en lo que respecta al temible personaje que se ha creado) del panorama nacional, sino por lo yermo de la producción, como se puede comprobar en la inenarrable lista de nominados a los Goya.
Peor película: Gomorra, de Matteo Garrone, cuyo sustrato literario no he leído (como se ocupaba siempre de apuntar Tomás Fernández Valentí en una de sus más repetidas coletillas de 'Dirigido por...') ni me interesa lo más mínimo, viendo el culto que a su alrededor se ha establecido. Los peores vicios del cine europeo premiable y premiado (arrasó en los Premios del Cine Europeo) se condensan en la impresentable escena final de este film. Tratar de ser 'cool' siendo 'uncool' es definitivamente 'uncool' (sí, es una referencia a la conversación post-Hullabalooza de la familia Simpson).
Mejor disco: Third, de Portishead, porque no tiene sentido negar la evidencia. Regresar tras once años y conseguir superar los prejuicios y las expectativas de los más escépticos/exigentes hace obligado que encabecen todos los tops del año, incluido este.
Mejor canción: You'll find a Way, de Santogold, que, sin llegar al eclecticismo de M.I.A., toma el testigo este año de la frescura de la cingalesa, con un disco homónimo bastante variado del que destaca este tema con doble lectura, como ocurría casi siempre con Maya, amorosa y política. Lectura atronadora, en cualquiera de los casos.
Mejor disco nacional: Ortopedias bonitas, de Manos de topo, porque el anacronismo que supone elegir un LP de 2007 es de una magnitud infinitamente menor que la injusticia que supuso el olvido del pasado año. Unos pocos meses son irrelevantes ante la rabiosa modernidad que desprenden los llantos de 'Morir de celos' o 'Es feo'.
Peor disco: Rockferry, de Duffy, por parecerse a Patricia Conde en la portada del disco, porque sus singles son clavaditos, por pretenderse la versión amable de la Winehouse, pensando que por no ser una drogadicta va a durar más que su Mr. Hyde, cuando ni la más fulminante de las sobredosis lo será tanto como el batacazo que se pegará la niña repollo con su segundo disco. Y porque, aclaro, no me cae bien.
Mejor programa de televisión: El comisario, aunque hace años que no veo un episodio (en total, no llego a la decena). Tras muchísimas temporadas en antena, Telecinco ha decidido cancelar una de las ficciones más dignas del panorama español, con tramas escritas y filmadas con un cuidado bastante superior a la media, pero, sobre todo, con una altísima capacidad de adicción, sea cual sea el momento en que se enganche el capítulo (los pocos vistos, funcionaban a las mil maravillas como experiencias aisladas). Y también hay que reconocerle el mérito de conseguir que Tito Valverde haya abandonado los papeles cómicos.
Peor programa de televisión: Salvados, en La sexta, cuyo humor es probable que no sea el peor de las ondas, pero que ha hecho que muchos tomen por el colmo de la irreverencia al amiguete de todos. Y la transgresión es incompatible con el "buenri", me temo. Por no hablar de los que se lo toman en serio.
Personaje del año: El chaval griego muerto, símbolo (más que causa) de protestas paneuropeas con mayor o menor justificación, pero que a nadie han dejado indiferente.
25 diciembre, 2008
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No voy a negar mi ignorancia en lo que a películas y música se refiere. Por cómo lo escribes creeré lo que escribes. Pero, amigo, de televisión sí puedo hablar (también del entrenador de la selección nacional de fútbol si se tercia). Y te diré, has cometido una terrible injusticia. Sé que a veces es complicado evaluar y establecer una lista. Hay tantos factores a tener en cuenta. En cualquier caso, es imperdonable y así lo tengo que decir. Para mí, en la categoría de mejor programa de televisión debería haber repetido el ganador del año anterior. Sin lugar a dudas vamos :-p
ResponderEliminar¡Buen dos cero cero nueve!
Estaba entre concederle el doblete al siempre competitivo "Desierto" o eliminar directamente la categoría, pero luego me acordé de que un par de días atrás se había certificado la defunción de esta serie. Y como siempre me ha caído simpática, le reconozco sus (limitados) méritos.
ResponderEliminarFeliz año. :-)
En exclusiva y para tu disfrute personal te diré las que José Luis Cienfuegos considera películas del año en la encuesta que publicamos mañana. A ver si coincides.
ResponderEliminar"EL INCIDENTE de M. Night Shyamalan y JE VEUX VOIR de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige"
Anda, pues muchas gracias por la exclusiva. :-) Siempre me gusta leer en La voz las páginas de lo mejor del año, tomándome una parte en serio (Cienfuegos, básicamente) y el resto más bien para reírme de burradas y peloteos.
ResponderEliminarLa del Shyamalan me gustó bastante (soy incondicional del indio) y la puse en un top 10 que elaboré por ahí, aunque tanto como "la" mejor, no lo sé.
En cuanto a la libanesa, pues es una buena película, con algunas escenas impresionantes, pero, en términos generales, está muy por debajo de 'A Perfect Day', que se estrenó en el Festival de Gijón de hace 3 años. Si ahora los reivindica tantísimo es porque fueron, en cierta manera, un descubrimiento de su Festival y este mes han sido portada del Cahiers-Francia, y se quiere apuntar el tanto (con todo el derecho).
En fin, y volviendo a las listas, ahora que ya sé la película que elige Cienfuegos, solo me queda vaticinar cómo de aplastante es la mayoría del disco de Amaral en la categoría musical.