29 mayo, 2009

Dinero

Tras un respiro, vuelvo para tocar un tema que ya conoceréis perfectamente.

Todos estamos de acuerdo en que un delito financiero no es broma, supongo. Existen unas leyes que regulan qué es lo que se puede y lo que no se puede hacer, y debemos respetarlas, eso es algo que espero que también aceptéis.

El problema viene cuando la sociedad no es tan justa como debería, y a ese Derecho legal (iuspositivismo) se anteponen unas normas básicas con las que puede entrar en conflicto (iusnaturalismo). Un ejemplo sencillo para ilustrar esta dialéctica se encuentra en la Alemania nazi: un soldado alemán debía elegir entre las leyes hitlerianas o una idea básica de justicia cuando se le ordenaba ejecutar a un judío inocente; si lo hacía, violaba algo tan básico como el derecho a la vida, mientras que si se negaba sería juzgado por no respetar las leyes que regían en su país.

Una vez presentado este conflicto, vuelvo al problema de base: ¿es justo el mundo actual? Creo que la respuesta está clara, dada la distribución tan desigual de riquezas que permite que mientras unos estamos escribiendo y leyendo blogs, en el tercer mundo la gente se muera de hambrunas y epidemias.

Por tanto, ¿qué debe primar, el respeto a las leyes o la búsqueda de un mundo más justo? Antes que por nosotros, esta pregunta fue planteada por quien protagoniza la entrada de hoy, con una respuesta rotunda: en ciertos casos, las leyes tienen que situarse por detrás de la justicia.

Y así se hizo, decidiendo quitarle dinero a los bancos para financiar a su colectivo, autodenominado de izquierdas, y campañas informativas relacionadas con su causa.

Sin embargo, la rigidez del aparato judicial no comprendió el verdadero valor de estos actos y estableció pena de cárcel para el artífice de esta obra heroica.

Supongo que ya todos sabéis de quién os hablo, pero podéis informaros mejor sobre todos los detalles del caso aquí.