15 marzo, 2007

Fórmula Uno

¿Renovará Fernando Alonso su título de campeón del mundo de Fórmula 1 tras su cambio de escudería?
  1. No me interesa.
  2. No me interesa, pero a su mujer me la follaba.

12 marzo, 2007

Teléfono rojo

-¿Es el domicilio de Don José Luis Rodríguez Zapatero y esposa? ¡Enhorabuena!, les ha correspondido totalmente gratixxx un escudo antimisiles que...
-No, gracias, ya tenemos.
-Pero si no me ha dejado explicárselo, es una llamada de cortesía porque...
-Venga, pues muchas gracias por la cortesía, un abrazo.

-CLINC-

08 marzo, 2007

Que yo controlo, tío



Todos sabemos que cuando suena de fondo el Adagio for Strings, tenemos que echar una lagrimita, porque la escena es de drama, sea la despedida de Vietnam en Platoon o, lo que ahora nos importa, el accidente de Lucas en Médico de familia.

Por el mismo precio, la serie de Milikito nos entretenía y nos educaba (como el Grand Prix): mientras seguíamos las apasionantes tramas de bodas de el Poli y la Juani, Marcial (cuya muerte es -injustificadamente- un evento más recordado que el accidente de Lucas, cuando ambos personajes destacaban por compartir el trono de personaje más gilipollas, algo nada desdeñable visto el alto nivel) y Mariola Fuentes, o Nacho y Lydia Bosch (cuya única escena expresiva hasta la fecha es aquélla en la que Carlos Hipólito, aka el narrador de Cuéntame, le da por el culo en, la por otra parte estupenda, Mi hermano del alma); mientras seguíamos esas tramas, decía, también aprendíamos a vigilar que no nos echasen droja en el colacao, a no conducir borrasos, a desconfiar de amigos que se llamen "el Rulas", ¡y muchas cosas más!

Préstese atención a cómo el accidente tiene su Replay, probablemente forzado por los productores ante los altos costes afrontados en efectos especiales: "ya que nos hemos gastado la panoja, hay que amortizarlo".

05 marzo, 2007

Cómo se hizo

Hace unos años, un editor literario leyó en algún sitio aquella aproximación al concepto de infinito que explica que si colocas a infinitos monos aporreando sendas máquinas de escribir, acabarás por obtener un Guerra y paz y un Quijote.

La editorial para la que trabajaba no era una de las más potentes del mercado, así que descartó de inmediato hacerse con tal cantidad de monos; sin embargo, razonó que con cien monos, un gasto que sí podrían afrontar, se tendría que conseguir al menos un libro aceptable.

Unos meses después, se alcanzó el resultado del experimento en forma de libro: El código Da Vinci. Aquel mono era Dan Brown.