29 junio, 2009

Portería

Dice la gente guay que lo respetable son las personas y no las opiniones, y tienen razón, claro, pero como te pongas a desarticular el arsenal de prejuicios y barbaridades que se oye a diario, no te queda tiempo ni para ir a hacer pis, así que hay que elegir bien los objetivos.

Una presencia ineludible en esta lista es la de los que tratan de engañarnos a nosotros y a sí mismos con frases formularias en las que confiesan su faceta más oscura, pero aderezada con un par de ornamentos cuyo objetivo es aligerar la crudeza de estas sentencias, y sin embargo obtienen como resultado lo contrario, además de quedar como tontos de capirote.

Como canon de este estilo tenemos la entrevista a Iker Casillas que procedo a analizar. Tiene sus añitos ya, pero contiene joyas de tantos quilates que no presentan fecha de caducidad.

Empezamos:
― ¿Qué opina de la pena de muerte?
― Que su aplicación o no debe depender de los casos.
Coño, mira al tío generoso, que "debe depender de los casos", dice. O sea, que por aparcar en doble fila no matamos. Gracias, hombre.

― ¿Habría que legalizar a todos los inmigrantes?
― Yo no soy racista, pero habría que estudiar los casos.
Respuesta de récord, que comienza con el popular eufemismo y finaliza con la misma táctica que empleó para la pena de muerte: esto de echar a los negros hay que estudiarlo caso por caso, no vayamos a expulsar a Zaplana por error.

Y encima le gustan Paulo Coelho y El canto del loco. Ya puede parar mucho, ya.

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