Lunes 26
Unas fotos en la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín
Me sumo a todos los que opinan que ésta es la obra importante y es la estrenada en salas (no muchas) la que está más cerca de la anécdota. Impresionante de cabo a rabo, en esta sesión, además, acompañada de música en directo.
Batalla en el cielo, de Carlos Reygadas
El más perjudicado con la retrospectiva de la obra de Reygadas es el propio autor, ya que aunque sus títulos puedan llegar a engañar por separado, vistos todos juntos revelan una obra en la que las ambiciones y las pretensiones superan en varios órdenes de magnitud al talento y al buen hacer del director. De todas maneras, no tan irritante como Luz silenciosa.
Martes 27
El amor es más frío que la muerte, de Rainer Werner Fassbinder
Un Bonnie and Clyde visto por Fassbinder, cuya historia no es especialmente memorable, y que solo deja entrever ligeramente lo que posteriormente daría de sí la obra del alemán. Y aun así, merece mucho la pena.
Import/Export, de Ulrich Seidl
A pesar de los muchos defectos del cine europeo con etiqueta rompedor/provocador aunque tierno/conmovedor, Seidl consigue cierta solidez en esta obra articulada a través de dos historias paralelas: un "Import" protagonizado por una heroína sacada directamente de cualquier Von Trier, y un "Export" con dos personajes indigentes-y-graciosos, à la, por ejemplo, Kaurismaki. Demasiado complaciente con el público para ser Seidl, por muchas escenas pornográficas que incluya.
Fay Grim, de Hal Hartley
Con una historia sin el menor sentido, rodando una vez más el 80% de los planos torcidos (no hubo ocasión para preguntarle el porqué a Hartley, pues se canceló el encuentro con el público previsto para el final, aunque en la presentación indicó que ha decidido que, a partir de ahora, solo rodará más secuelas de esta historia [!!!]), Hartley consigue un resultado magistral. Todo está rodado perfectamente, y es una delicia ver cada una de las escenas.
Jueves 29
Una muchacha sin historia, de Alexander Kluge
Completamente inocua, olvidada desde casi antes de que empezase.
El silencio antes de Bach, de Pere Portabella
Me resulta incomprensible la enorme admiración con la que se ha saludado este retorno a la dirección de Portabella. Plausible por arriesgado, sí, pero un muermo ensayístico que no se sostiene por ningún lado, también. Cuando eres Godard, puedes rodar estas cosas; si no, mejor qeu no.
Las amargas lágrimas de Petra von Kant, de Rainer Werner Fassbinder
El teatro es el teatro, y el cine es el cine. Un libreto perfecto como el de Las amargas lágrimas... no garantiza una buena película, a no ser que se tenga mucho talento para rodar algo tan orientado a la escena; por suerte, a Fassbinder le sobra y consigue que la cámara devore a la obra y que en ningún momento se parezca a un "Estudio 1". Genial, sin más.
01 diciembre, 2007
Festival de Gijón, resto de días
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario