08 marzo, 2007

Que yo controlo, tío



Todos sabemos que cuando suena de fondo el Adagio for Strings, tenemos que echar una lagrimita, porque la escena es de drama, sea la despedida de Vietnam en Platoon o, lo que ahora nos importa, el accidente de Lucas en Médico de familia.

Por el mismo precio, la serie de Milikito nos entretenía y nos educaba (como el Grand Prix): mientras seguíamos las apasionantes tramas de bodas de el Poli y la Juani, Marcial (cuya muerte es -injustificadamente- un evento más recordado que el accidente de Lucas, cuando ambos personajes destacaban por compartir el trono de personaje más gilipollas, algo nada desdeñable visto el alto nivel) y Mariola Fuentes, o Nacho y Lydia Bosch (cuya única escena expresiva hasta la fecha es aquélla en la que Carlos Hipólito, aka el narrador de Cuéntame, le da por el culo en, la por otra parte estupenda, Mi hermano del alma); mientras seguíamos esas tramas, decía, también aprendíamos a vigilar que no nos echasen droja en el colacao, a no conducir borrasos, a desconfiar de amigos que se llamen "el Rulas", ¡y muchas cosas más!

Préstese atención a cómo el accidente tiene su Replay, probablemente forzado por los productores ante los altos costes afrontados en efectos especiales: "ya que nos hemos gastado la panoja, hay que amortizarlo".

2 comentarios:

  1. Dos preguntas:

    1. ¿Concluímos que esto mola? ¿O no mola? :p

    2. ¿Por qué todos gritan una ambulancia y no sale nadie corriendo a llamarla?

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