16 noviembre, 2009

Detalles

El avance más revelador con respecto a la inminente cuadragésima séptima edición del Festival Internacional de Cine de Gijón no se encuentra en su programa, ni en ninguna de las publicaciones que adelantan los filmes más relevantes que se exhibirán a lo largo de los diez días de los que consta.

Esta clave se encuentra en la portada de Les noticies de esta semana. Sí, echad un vistazo:


Os habéis fijado, ¿verdad? Así es: el rasgo de identidad más característico del capitán del barco, José Luis Cienfuegos, sus gafas de pasta, ha desaparecido para dejar en su lugar una montura al aire con vestigios de metal.

La dilución del espíritu que condujo este festival durante más de década y media es algo perfectamente trazable, y, como prueba del nueve, se puede emplear en caso de duda la ausencia de casi todos los nombres fuertes que se esperaban para esta edición.

Y conste que toda esta perorata no tiene nada que ver con que mi corto fuese nuevamente rechazado. Moverse por rabietas es propio de criajos y no diría nada bueno de mí. Nada bueno.

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